Retratos
Plein-air del francés: aire pleno, total, es decir, la creación de la pintura en un espacio libre (al aire libre) . Esto es el significado que tiene la exposición de María Villalonga Cabeza de Vaca, además es lo que a mí me evoca cuando recuerdo los cuadros (óleos sobre lienzos) que componen la muestra recogida entre los años 2002 y 2007. Está formada por un conjunto de retratos a distintas personas (de entre 2 y 40 años aproximadamente) y llama la atención la enorme expresividad que tienen sus rostros.
La pintora resalta lo mejor de cada personaje en cuanto a su físico y su estado emocional (aparecen sonriendo y parece que disfrutan del momento). Están en una postura cómoda
(sentados, semitumbados en un sofá, encima de una colchoneta, flotando o jugando en el agua, incluso dentro de la cama). Al ver estos retratos y en la situación en la que se encuentran trasmiten un sentimiento de paz, relax, que se complementa con el mar pintado en algunos cuadros.
Hay que señalar que los retratos están hechos a partir de fotografías y su realismo es tal que parece, en muchos casos, que estás viendo una foto real. Al entrar en la sala de exposición supe que me iba a gustar esta muestra y no me equivoqué. El color azul es el protagonista indiscutible: el movimiento de las olas, el reflejo del agua en una piscina, es también el color de algunas prendas que llevan los retratados… El sol (la luz) y el agua azulada ayudan a enfatizar la sensación de calma y simpatía que tienen los personajes en sus caras. También llama la atención las dimensiones que tienen la mayoría de los cuadros 117 x 91, 162 x 30, 146 x 97, etcétera.
Sólo me queda animaros a visitar la exposición, porque merece la pena.
Sala Municipal de Exposiciones del Teatro Calderón
Hasta el 3 de junio
c/Leopoldo Cano, s/n
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